En la película “Lo imposible” descubrí que no hay ni destino ni suerte, gracias a que venia leyendo “conversaciones con Dios” y tenia la base de los libros de Bach, en la película el director Bayona expone junto a los actores un explosivo coctel de sentimientos, una magia artística, del guion de Sánchez y Belón, llevando al espectador a un viaje de conexión con todo, dejando la mejor pista de la conexión consciente de nosotros con el todo, en la conversación que tiene uno de los chicos cuando está contemplando la noche estrellada y se le acerca Geraldine Chaplin en el papel de una refugiada del Tsunami, y le dice como corolario de su conversación, una reflexión que hace a la moraleja de la película, y que me hizo darle un nombre al estado de “no azar” y “no destino”, serendipia.
En el guion ella conversando con el niño, que esta solo, sin saber si podrá volver a ver a sus padres, y contempla las estrellas, le relata que quizás alguna de esas luces sean de estrellas que ya no están, porque nosotros vemos una luz de hace millones de años, entonces sobre el final le dice y se dice a si misma, una frase que es muy común en estados unidos: “Lo imposible esta sucediendo”, que quizás le da título a la película.
Esto cerro, en mí, un ciclo de comprensión, en una experiencia única, en mi interior.
Viviendo en el paraiso 